Estimados residentes, vecinos y amigos:
Para la Oficina de Derechos Humanos (OHR), esta primavera ha empezado con muchos eventos, ya que hemos conmemorado el vigésimo aniversario de la Ley de Acceso Lingüístico de DC y hemos celebrado el Mes de la Vivienda Justa durante todo el mes de abril. Nuestro ímpetu continúa en mayo, ya que celebramos con orgullo el Mes de la Herencia Asiático Americana, Nativa de Hawai e Isleña del Pacífico (AANHPI por sus siglas en ingles). Esta celebración anual tiene sus raíces en el rico tapiz de la historia y la comunidad AANHPI, formada por personas de una diversidad cultural y lingüística y que representan a poblaciones de más de 75 países e islas.
El inicio de este mes de la herencia AANHPI, se remonta a junio de 1977, cuando los representantes Frank Horton, de Nueva York, y Norman Mineta, de California, abogaron por la designación de los diez primeros días de mayo como Semana del Patrimonio Asiático-Pacífico. Más tarde, en octubre de 1978, el presidente Jimmy Carter lo amplió a una celebración anual, y el presidente George H.W. Bush lo extendió a un reconocimiento de un mes de duración doce años más tarde. Se eligió el mes de mayo por su significado, ya que marca tanto la llegada de los primeros inmigrantes japoneses en 1843 como la finalización del Ferrocarril Transcontinental en mayo de 1869, un proyecto monumental construido principalmente por inmigrantes chinos.
Durante este Mes de la Herencia de la AANHPI, reconocemos a cinco defensores de los derechos civiles -Yuri Kochiyama, Larry Itliong, Grace Lee Boggs, Haunani-Kay Trask y Patsy Mink- que lucharon por los marginados y desplegaron valor y liderazgo durante años difíciles de incertidumbre y temor. Estos paladines de los derechos civiles, entre muchos otros, nos enseñaron que la resiliencia puede servir de luz de guía, revelando caminos hacia la justicia y la igualdad. En nuestros canales de las redes sociales podrá obtener más información sobre su trayectoria y el impacto duradero de sus logros.
Al reflexionar sobre los sacrificios y aportes de los AANHPI que nos han precedido, extraigamos fortaleza de su resiliencia y continuemos la lucha por una comunidad más inclusiva en la que todos sean tratados con dignidad y respeto.
En solidaridad,
Kenneth Saunders