Estimados habitantes, vecinos y amigos:
Al entrar en el mes de marzo, no solo damos la bienvenida al cambio de estación, sino que también conmemoramos un capítulo fundamental de la historia: el Mes de la Historia de la Mujer. Esta importante celebración tiene el fin de reconocer y honrar a las innumerables mujeres que han sido pioneras en la defensa de la equidad, la inclusión y la diversidad a lo largo de los siglos.
Establecida en un principio como una celebración local en Santa Rosa, California, el Mes de la Historia de la Mujer comenzó como la Semana de la Historia de la Mujer en 1978. El movimiento cobró impulso en todo el país, y varias comunidades y jurisdicciones organizaron sus propias celebraciones de la Semana de la Historia de la Mujer al año siguiente. En 1980, un consorcio de grupos de mujeres e historiadoras, dirigido por la organización National Women's History Project, abogó con éxito por el reconocimiento nacional. En febrero de 1980, el presidente Jimmy Carter emitió la primera proclamación presidencial que declaraba la semana del 8 de marzo de 1980 como la Semana Nacional de la Historia de la Mujer.
Desde las sufragistas que lucharon de manera incansable por el derecho al voto de las mujeres hasta las valientes líderes que desafiaron las normas sociales, superaron las barreras y abogaron por la igualdad de oportunidades, como Mary Church Terrell, Susan B. Anthony, Septima Poinsette Clark y Ella Baker, cada mujer de la historia ha dejado una marca inolvidable en el camino hacia el progreso.
Al reflexionar sobre sus logros, también quiero destacar y presentar a mujeres líderes excepcionales en la Oficina de Derechos Humanos (OHR), para reconocer sus diversas experiencias, culturas y logros a lo largo de marzo mediante nuestros canales de redes sociales. Sus historias resuenan en muchas otras heroínas que han defendido con firmeza la equidad y han contribuido de manera significativa a fomentar la diversidad y la inclusión.
Espero que al reconocer a las mujeres del pasado, no solo rindamos homenaje a su legado, sino que también inspiremos a las generaciones presentes y futuras a continuar el camino hacia una comunidad más inclusiva y justa.
Por último, quiero compartir que, después de casi nueve años de servicio público en la Oficina de Derechos Humanos, dejaré el gobierno del Distrito. Servir a los habitantes del DC ha sido un honor absoluto. Durante mi mandato, me concentré en la mejora del procesamiento de casos, la inversión en personas y la construcción de infraestructura en la OHR. Los logros que más me enorgullecen incluyen establecer un sólido grupo de líderes, brindar soporte tecnológico y de datos a la agencia por primera vez, conseguir un mayor índice de sentencia de casos, aumentar la solidez de los procesos legales, y garantizar un alto número de cumplimiento empresarial y un programa firme de capacitación en Igualdad de Oportunidades de Empleo (EEO) de la OHR. También aprecio las oportunidades para ayudar a dar forma a las diversas leyes y políticas del Distrito. Sobre todo,
¡agradezco a la alcaldesa Bowser, a mi equipo y a nuestros socios gubernamentales y públicos que hacen posible este trabajo!
Atentamente,